
La semana pasada, mi amigo Carlos del Estado de México por fin se decidió a escribir sobre “los hombres de manual”, manera en la cual nos referimos a los prospectos que suelen comportarse tan predecibles, tan repetitivos, tan poco originales que debería haber una publicación que los clasificara e hiciera más sencilla su detección para reaccionar a tiempo, ya que en la vida cotidiana uno se pierde y suele dejarse llevar por la ilusión amorosa o incluso de cotización para los que hemos sido más patéticos. Esta continuación pretende ampliar la respuesta, “no eres tú, soy yo”, pero además la contraria “eres tú, no yo” y algunas deconstrucciones posibles sobre la frase primera.
La vuelta en u. Esta es la acción que toman aquellos después de ligarte, salir contigo varias veces y haberte hecho creer que realmente están interesados en ti para profundizar la relación. Se refiere a aquel que vuelve con un ex o bien con una pareja con la que nunca terminó. Tú serías el retorno carretero a esa relación.
Velitas. Este proceder puede darse de manera independiente a la anterior o en conjunción a ella. Se trata del tipo que inicia o tiene varias relaciones “románticas” sin saberse si alguna va en serio, quizá ni él mismo sabe si quiere alguna de verdad. Aquí lo que intenta el susodicho es aumentar las probabilidades de mantener alguna. Cree que de esta manera evitará quedarse solo (y los más ambiciosos de este tipo de hombre de manual creen que así encontrarán el verdadero amor); prender muchas velitas por las que se vayan a apagar.
Sobre este último es importante mencionar que las motivaciones pueden ir desde un estúpido enfoque en la búsqueda del amor hasta desear admiradores tipo pop star, quien estaría prendiendo varias velitas a la vez como una forma de vida.
El prioritario. Éste es una variante del “no eres tú, soy yo” y es quien te menciona descaradamente que tiene cosas más importantes que atender que estar contigo: el trabajo, la familia, los amigos, su mascota… Todos tenemos prioridades; no obstante, pareciera que el romance es el último de la lista y lo peculiar es el contexto en el que te lo menciona o la manera de decírtelo, por lo general después invitarlo a salir o hacerle ver que no se han dado tiempo para la relación. Suele voltearte la situación y deseando te sientas poco realista, exigente o rogón.
Sanguijuela protocolar. Es el hombre encantador que actúa refinado, atento y amable con todo mundo, y su verba lo hace quedar siempre bien; vamos, todo es diplomacia. Te enamora, te busca, te da cuerda y cuando respondes –ay de ti-, sutilmente comienza hacerte sentir como un paganito y termina haciéndote ver que no estás listo para una relación tan elevada cultural y hasta espiritualmente, que quizá nunca lo estés. Curiosamente se alimenta de tu cultura y de tu espiritualidad mientras está contigo; le encanta tanto el protocolo que cualquiera creerá que efectivamente no pudo ser la relación a causa tuya.
Parte de su arte. Te enamora con su concepto de vida y su manera de plasmarlo estéticamente. Sale contigo y te resulta inspirador. De un momento a otro se pierde de vista o por lo menos deja de prestarte atención. Si algún día te da una explicación, te hará saber que quedarse contigo sería como estancar su evolución artística; o bien, te darás cuenta que estuvo contigo como con otros bajo pretexto inspirador.
Maquiavelo. Ya saben “el fin justifica los medios”. Eres su medio, no su objetivo principal, para obtener una mejor posición laboral, económica o social (aunque sea efímera), o a una persona que tú tienes cerca y él no. La diferencia con el chichifo común es que actúa con más refinamiento, o hace gala de y explota su preparación académica. Por supuesto, suelen comportarse como si no escondieran nada.
Quiere dealer. Sólo está contigo por los estupefacientes que pudieras proporcionarle y hasta puede llegar a exigir patrocionio. Cabe señalar que no me refiero necesriamente a drogas fuertes o ilegales, podría ser alcohol. Como no quieres o no puedes proporcionárselo, te ofende y te deja, quizá siquiera nunca estuvo contigo.
El cristiano. Aquel que incita al contacto erótico o romántico y después se excusa tras su religión para no continuar con eso; o bien, trata de volverte parte de su congregación, aunque no es claro si lo hace porque quiere tenerte cerca o para que Dios te perdone por ser un sodomita. Cualquiera que sea el caso, sería una ganancia no toparte con un radical que hasta nombre te pondría, hijo del diablo.
Eres tan parecido a su ex. Puede ser verdad en algún nivel pero simplemente no te da oportunidad de conocerse. Por lo general, este hombre de manual se refiere a alguna actitud o faceta de tu personalidad, y aquí sí, tiene que ver más con “no eres tú, soy yo”, con la diferencia de que te culpa a ti de lo traumado que quedó con su ex porque tú se lo recuerdas.
Voluptas Dolendi. Se complace en su dolor, se regodea en él y lo presume. Todos tenemos derecho a sentirnos mal y a permanecer así un tiempo, a que alguien nos escuche y nos apoye si puede. Pero ni siquiera desea que le des crédito por lo que siente, sino todo lo contrario, que lo hagas sentir una mierda por ser tan pesimista y parásito para obtener más complacencia dolorosa. Es su manera de ser filósofo, bohemio o controlador. Difícilmente sabrás si te escuchó o si tu amor pudo hacer algo positivo por él y si te obsesionas con esto, te arriesgas a caer en Voluptas Dolendi también.
Gay proud, gay com. El que piensa que ser homosexual es ir al bar o establecimiento de consumo gay cada fin, pertenecer a un círculo de amigos gay o de integración a la comunidad gay, escuchar (música) ver (películas) y actuar (gracioso o atrevido) en consonancia con lo que la sociedad o la misma comunidad considera gay u orgullosamente gay o tolerablemente gay. El asunto con este hombre de manual es que te tacha de closetero o de amargado o de no ser solidario si no te comportas como él. La diversidad se representaría en una bandera, en donde lo importante es ser más perra (o bonita) que el otro… Y ese es el concepto inclusivo en el que vive…
One night stand. Esta es una variante muy interesante, puesto que te hace pensar más en las motivaciones de la actitud que en la actitud en sí. Se trata pues del tipo que te manda al carajo porque no tienes sexo con él desde la primera vez (por lo general una noche). Sí es diva, ¡¿cómo te atreves a hacerlo esperar?!; si es closetero, bisexual, casado o está en una relación, seguramente solo te quiere para eso; y como subcaso aparte:
No sabe si te vuelve a ver. Esta es una triste realidad que a veces se presenta. No es que tu pretendiente sea un desgraciado, quizá sea un hermoso ser humano, simplemente conoce esta parte del mundo homosexual donde parece que sólo importa el sexo y aunque quizá desea conocerte más, se conforma con obtener por lo menos eso pues teme que no le des mayor entrada a tu vida. Podría ser por trauma, baja autoestima o tan sencillo como que le encantas.
El 100% activo. Cada vez he escuchado menos sobre este hombre de manual, gracias a Dios. Es el hombre que estás conociendo, todo pinta muy bien hasta que llegado el primer momento de cachondeo o conversación cachonda, decide mejor dejar las cosas hasta ahí sólo porque él se ha etiquetado como "activo" y tú no como "pasivo", así que no le funcionarías como pareja. Es respetable cómo se acomoda cada quien en la cama, pero también etiquetarse de esta manera cierra muchas posibilidades. Es absurdo ser un macho gay. Este hombre de manual busca demostrar su hombría a través de esa etiqueta.
Lo interesante de revisar cada caso es, además de identificarlos, saber que uno está en posibilidad de actuar como hombre de manual con los hombres de manual; en otras palabras, un hombre de manual específico podría ser combatido con otro tipo específico, a veces incluso con el mismo. También hay que recordar que tenemos responsabilidad en lo que atraemos.
Lejos de buscar pelea, estar a la defensiva o evitar un romance, se trata de saber mostrar respeto y consideración hacia la propia persona y a los demás, sin confundir nobleza con estupidez. Sin embargo, hay dinámicas tan poco viables para estos valores que te orillan a responder como uno de ellos, un HOMBRE DE MANUAL.
Hola
ResponderEliminarMe pareció genial tu blog y tu post...
Yo estaba escribiendo el manual de la trepona perfecta jujuju pero es otra modalidad.
¡Gracias,alvaro! Incluso podríamos editar una colección.
ResponderEliminarPor fin voy a comentar.. y no es que no lea tu blog.. lo hago frecuentemente pero ya ves que si no estoy en modalidad "Emo" estoy en "Idiot"... Está de webos este post, deberíamos de escribir un libro.. Creo que es suficiente con la experiencia que tenemos, no creo necesitar más.. Me ha tocado desde impedir el crecimiento artistico de los genios, hasta pasar por la vuelta en U y ser eternamente la gran P. que describe Sabines... que nadie me ama porque no tengo amor, porque estoy seco como la paja... jaja. Así que a la siguiente vez (si la hay) tendré que leernos una y otra vez para identificar al espécimen y no volver a caer.. =) me gusta mucho lo que escribes.
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